
La Luna de Baroda
Fue hace ya muchos años cuando nuestra rubia favorita cantó para todos nosotros esa célebre frase que ya jamás se olvidaría. Marilyn Monroe, que luego se aquejaría tanto de los bienes materiales, llevaría en la película musical “Los caballeros las prefieren rubias” una singular joya que no dejaría indiferente a nadie.
La Luna de Baroda era un excelentísimo ejemplar de diamante recordado más que por su faceta de aparecer sobre los pechos de Marilyn, que también, sino por destacar por su diseño y su cuidado.
La exquisitez y el valor de la joya es tal que La luna de Baroda posee la brillantez y la plenitud de un total de 24 quilates en un delicioso diamante de un color amarillo.
Recogiendo su cuello de cisne vestiría su piel el diamante como un collar. Pero no sólo el collar está teñido de indefinible e infinita belleza valorada millonariamente.
Uno de los grandes misterios de esta joya es a dónde fue a parar. Es un tanto complejo discernir a donde pudo ir, pues normalmente hay dos tipos de vendedores. Unos vendedores, hablan y no paran de hablar de sus adquisiciones hasta que las desgastan con las palabras.
Otros prefieren mantener cierto silencio y no decir donde están sus adquisiciones, por miedo a los ladrones, por miedo a… Quién sabe.
Hace unos años pudimos ver la joya en Córdoba, traída por un tercero, cedida por su comprador. Pero la famosa joya de tantos quilates, la que luciría una vez la belleza sin par, ha desaparecido de nuevo. Y quién sabe cuándo volverá…